El ser humano, en su vida cotidiana, está sometido a una amplia interrelación con sus semejantes, actividad multifacética que, con el desarrollo de la sociedad, no sólo incluye las relaciones interpersonales sino, además, otro grupo de correspondencias recíprocas entre él y el mundo que lo rodea. Aun cuando en el transcurso de un día, por ejemplo, no hayamos interactuado con otro ser humano, sí lo hemos hecho con el producto de su actividad práctica productiva del estadio social y, de hecho, hemos puesto en funcionamiento mecanismos psicológicos, sociológicos, etc., por los cuales y gracias a los cuales, se establece el sistema de comunicación humana. Esta es una peculiaridad del carácter de las relaciones sociales, que no sólo se establecen entre hombres, sino entre hombres y el producto de su trabajo.
La complejidad creciente adquirida en el desarrollo de estos procesos sociales, permite al hombre utilizar los objetos fabricados por otros, transformando el medio ambiente y surgiendo de este modo un nuevo mundo, el del hombre y las relaciones humanas, tanto materiales como espirituales, el mundo de la cultura humana o segunda naturaleza. Asociado a este proceso tiene significación el desarrollo de la capacidad humana de ser consciente y con ella la aparición de su proceso asociado, el lenguaje, que constituyó y constituye la más compleja forma de comunicación social.
Tomando en cuenta el desarrollo paulatino alcanzado por el hombre, podemos relacionarlo propiamente al desarrollo que a la par fue adquiriendo su lenguaje, que primero era burdo y simple y luego más complejo, proceso en que entra a formar parte el desarrollo de los sentidos. El dominio del habla ha permitido a aquellos que lo han logrado, distinguir los sonidos orales y de este modo, tener a su disposición toda la riqueza de los conocimientos y la experiencia social.
Así, el hombre pudo establecer la línea de comunicación oral, producto social, histórico, biológico, psicológico y filosófico intrínseco y exclusivo de él.
Se entiende de este modo la presencia de dos o más seres como emisores y receptores de la información en la línea de comunicación humana, notándose el modo y cuáles habilidades de esta aparecen. La emisión que implica el acto del habla, y la recepción o audición y con ella la comprensión del mensaje lingüístico.
La línea descrita no nos muestra el modo en que otros dos elementos importantes que tuvieron también su período histórico de surgimiento y desarrollo participan del proceso comunicativo, y que de hecho tienen que estar presentes en el logro de la competencia comunicativa del idioma, son ellos la escritura y la lectura.
La relación entre lenguaje y tecnología pude ser interpretada desde tres perspectivas diferentes: al interior del lenguaje, a su relación en la formación histórica con el carácter de la actividad tecnológica y en su dimensión lexicográfica a partir del enriquecimiento de este.
Se ha advertido que la capacidad de producir instrumentos para la reproducción de la vida del hombre, a fin de satisfacer sus necesidades, se expresa como modo de concebir distintos sistemas tecnológicos que sobre la base de su experiencia sose de su experiencia social, permite organizar los modos y formas de vida.
Lo que distingue a una época histórica de otra no es el resultado del trabajo en sí mismo, sino el modo tecnológico mediante el que se obtiene ese resultado. La capacidad de la sociedad para producir mediante esos modos tecnológicos, significa la esencia de la diferenciación entre el hombre y los animales, y ella adopta la forma de generación de esquemas contemporáneos, que perfeccionándose, son traspasados de generación en generación como experiencia práctica productiva.